PEREGRINACIÓN A FRANCIA POR LOS 150 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE LA GUARDIA DE HONOR DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 

Para la celebración del 150 aniversario del nacimiento de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús, la Asociación Hora de Presencia al Corazón de Jesús, realizó una Peregrinación a Francia; del 3 de mayo al 15 de mayo del 2013.                                                       

Dicha conmemoración se realizó con una Eucaristía solemne en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús en Paray-le-Monial, con la participación de los Asociados de todas partes del mundo y en especial de una representación de los Asociados de La Guardia de Honor de la Arquidiócesis de Panamá, presidida por el Padre Ángel Alonso Corro, nuestro Director Diocesano.

Se realizó la recepción en la sala de (Monseñor) Mgr. Le Bourgeois, en el Parque de los Capellanes y una velada en la sala de Santa Margarita María en dicho Parque.

Visita guiada al Monasterio de La Visitación en Paray-le-Monial, conocida como “ciudad Amada del Cielo”, lugar escogido por el Sagrado Corazón de Jesús para darse a conocer al mundo entero a través de las apariciones a Santa Margarita María Alacoque, además de la presentación del mensaje de Paray-le-Monial en la recepción, frente a la Capilla de las Apariciones.

Visita a Borgoña (Bourge-en-Bresse), lugar donde se fundó la Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús.   Lugar donde se encuentra el cementerio donde reposan las Hermanas de la Visitación.

Visita a Moulins, ciudad donde murió Santa Juana Francisca de Chantal.   Actualmente sede del museo de Beaujeu, el cual conserva excelentes obras de arte sacras de los cuatro siglos de la existencia del Monasterio de La Visitación.

Visita a los santuarios de la ciudad de Ars, los cuales son visitados por muchos peregrinos de todo el mundo.   Se visitaron los Santuarios, se habló sobre la vida del Cura de Ars y se realizó el itinerario de la Fe.  

La iglesia, reconstruida por San Juan María Vianney, conduce a la Basílica donde se venera su Santo cuerpo.   El Santo llegó a esta ciudad en febrero del 1818, y por más de 41 años recibió a muchas personas atraídas por el Espíritu Santo para reconciliarse con Dios mediante la confesión sacramental.

Durante la estadía, se transportaban en “autocar” y se desplazaban a través de áreas turística (Paris) y lugares aledaños a los sitios, objeto de esta peregrinación; además de distintas actividades de Adoración, oración y recogimiento, confesiones, Eucaristías, conferencias, y presentación audiovisual en el salón Margarita María: “Evolución de los Centros en el mundo y de la Sede de Paray-le-Monial.”

 

EL MENSAJE DE PARAY-LE-MONIAL

 

El corazón “es él todo de la persona”, hablar del Corazón de Jesús evidentemente no es hablar con relación a Su órgano cardiaco... No obstante, es importante penetrar en el misterio de Dios, que toma forma (cuerpo) y se hace hombre sin dejar por eso de ser Dios. Desde Pentecostés, los apóstoles lo han reconocido simultáneamente como verdadero Dios y como verdadero y perfecto hombre; al extremo que el Amor humano de Jesús aporta a Su Padre y a los hombres (sus hermanos) el Amor Divino de Él mismo: amor perfecto, insondable, incondicional, infatigable y todo Misericordioso, soplo íntimo de la vida que recibe como alma al Espíritu de Dios. Dios nos ama. Al crear al hombre lo ha querido digno de amor y capaz de amar: Él le ha moldeado un corazón, si este corazón se cierra, el hombre muere al no ser amado o por no tener la capacidad de amar. ¡Dios rechaza que la última palabra del hombre sea en esta muerte! En Jesús, esta última palabra es pronunciada con un corazón abierto, al mismo tiempo que la muerte creía tenerlo bajo su poder. El Corazón traspasado de Cristo es el signo paradójico de la victoria del amor sobre la muerte. Este gesto es una llamada emitida para que nuestro corazón unido al de Cristo se abra plena y resueltamente al amor, y en consecuencia recobre por este medio todo el sabor de la vida.

El siglo XVII se caracteriza por una impresionante eflorescencia espiritual. Margarita-María toma su sitio en Paray-le-Monial, en la estela de los grandes testigos del Amor.

El gran fresco de la parte abovedada y generalmente semicircular que sobresale de la fachada posterior del templo, en donde se encuentran el altar mayor y el presbiterio de la Basílica del Sagrado Corazón, relata la visión de Margarita-María del 2 de julio de 1688, dos años antes de su muerte. Cristo ocupa un sitial al centro de las llamas que representan el fuego ardiendo de Su amor. 

La Virgen María se encuentra del lado derecho con la cabeza volteando hacia Margarita-María. Ella le confía el siguiente mensaje: “Las hermanas de la Visitación deben promover la devoción al Sagrado Corazón, pero los Jesuitas son encargados de explicar teológicamente el misterio del Corazón de Jesús”.   Esta frase es escrita en la parte inferior del fresco. Los ángeles muestran todas las imágenes del Sagrado Corazón que Jesús ha solicitado que se dibujen para difundirlas en los hogares cristianos.

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